El olivo es un árbol icónico en la cultura mediterránea, conocido por su majestuosidad y sus valiosos frutos. Sin embargo, ¿qué pasa cuando este magnífico árbol comienza a perder sus hojas? En este artículo, exploraremos las posibles causas de la caída de hojas en los olivos y brindaremos algunas soluciones para ayudar a mantener su salud y esplendor. Si eres un apasionado de la naturaleza y deseas aprender cómo cuidar mejor tu olivo, ¡sigue leyendo!
Si el olivo pierde hojas, existen varios motivos posibles. En cualquier caso, se necesita ayuda rápida para frenar la pérdida de hojas, arreglar el desencadenante y evitar daños más graves al árbol. Cualquier persona interesada puede descubrir aquí qué es importante y cómo se puede solucionar fácilmente el problema. Pero también cómo se pueden prevenir de antemano las manchas amarillas y secas con los cuidados adecuados.
Posibles causas de la pérdida de hojas.
Si el olivo pierde hojas, las siguientes causas pueden ser las responsables.
- Errores de anegamiento o riego
- sequedad persistente
- falta de luz
- lugar incorrecto
- invernada incorrecta
Para poder solucionar específicamente el problema, primero se debe investigar la causa. Lo primero y más importante es comprobar el sustrato y las condiciones del lugar. Por supuesto, también es importante comprobar los cuidados previos.
El olivo pertenece a la familia de los olivos.
anegamiento
Los olivos están diseñados para prosperar en un clima bastante seco. Las raíces llegan muy lejos y profundamente en el suelo para poder absorber hasta la última gota de humedad. Las hojas sólo liberan una pequeña cantidad de agua por evaporación. Por lo tanto, para las plantas es muy difícil tolerar un riego demasiado frecuente o excesivo o incluso un encharcamiento. Las consecuencias típicas son hojas amarillas y pudrición de las raíces. El problema suele ocurrir en los siguientes casos:
- Ubicación demasiado oscura o demasiado fría, donde se reduce la evaporación.
- riego excesivo en invierno
- drenaje deficiente o nulo del agua del sustrato
Para evitar encharcamientos o suelos demasiado húmedos conviene tener en cuenta algunos puntos:
Si el suelo ya está húmedo y hay hojas amarillas o pérdida excesiva de hojas, se deben tomar medidas de emergencia de inmediato.
Olivo con follaje gris verdoso.
Los siguientes pasos son cruciales para esto:
Sequedad persistente
Aunque el olivo está adaptado a climas secos, pierde hojas secas cuando hay falta de agua y sequía prolongada. Dado que el problema aquí es simplemente que la humedad es demasiado baja y la cantidad de riego demasiado baja, se puede solucionar muy rápida y fácilmente.
En lugares secos, como la sala de estar con aire caliente, puede ser útil rociar agua ocasionalmente y ventilar regularmente. Es importante reducir la evaporación de la humedad a través de las hojas. Si el sustrato está demasiado seco hay que regar con más frecuencia.
Consejo: Alternativamente, el olivo también se puede trasplantar a una maceta más grande, ya que más tierra significa también un depósito de agua más grande.
falta de luz
Un lugar oscuro no siempre es problemático para el olivo. Pero pierde hojas si está demasiado oscuro y demasiado cálido al mismo tiempo. La razón de esto es el crecimiento estimulado y la falta de fotosíntesis. El crecimiento se activa en lugares cálidos. Pero si falta luz no se puede realizar una fotosíntesis suficiente. Por tanto, la planta carece de energía para crecer. Para compensar este déficit, arroja hojas. El remedio es colocar el olivo más brillante o más fresco.
Olea europaea como árbol estándar
Lugar incorrecto
Demasiado seco o demasiado húmedo, demasiado claro o demasiado oscuro, demasiado cálido o demasiado frío: si las condiciones del lugar no son las adecuadas para la aceituna, se debilitará. Una consecuencia común es la pérdida excesiva de hojas. Esto suele ir precedido de puntas secas y decoloración amarilla. Si los olivos pierden follaje, siempre se deben revisar los cuidados y las condiciones del sitio.
Invernada incorrecta
Un error común a la hora de invernar el olivo es una temperatura demasiado alta. Muchos jardineros aficionados sacan las plantas al aire libre en verano y las llevan al interior cuando llega el frío. Aquí todavía hace calor, pero lamentablemente a menudo es demasiado oscuro y demasiado seco. Como resultado, les falta el período de descanso. Esto conduce rápidamente a un debilitamiento de la planta.
Para que el olivo no pierda ninguna o al menos la menor cantidad de hojas posible durante el invierno, conviene conservarlo a una temperatura de entre 10 y 15 °C y con suficiente luz. Lo ideal es un pasillo, un jardín de invierno o un almacén de invierno profesional en una guardería. También es importante dejar de fertilizar y reducir el riego.
El riego se realiza aproximadamente cada dos semanas cuando el sustrato se haya secado lo suficiente. Se debe evitar el encharcamiento y secar completamente el suelo. La cantidad de agua que debe llenarse depende, entre otras cosas, de la humedad del aire. En habitaciones secas, la cantidad de agua debe ser un poco mayor o regar con más frecuencia. En los cuartos de invierno húmedos, es necesario regar menos.
Consejo: el sustrato es una buena guía. Si se seca o se agrieta rápidamente, puede aumentar la tasa de riego semanal o quincenal.
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